Madre Hiena y Padre Chacal abandonan a su hijito en escuela primaria!!!

Así es, el lunes pasado fué el primer día de clases de Brandon, y fuimos tan capaces de dejarlo ahí, solo, en esa escuelota gigante, desconocida, imponente. Y ni crean que nos esperamos a que siquiera dieran el timbre para alejarnos, no, no señor, lo presentamos con la maestra, lo sentamos en su nuevo pupitre (uy, que palabra tan elegante), una que otra recomendación del tipo Papis-Preocupados (si necesitas cualquier cosa le dices a la maestra, te portas bien, si tienes frío, si tienes calor, si tienes sed, ad infinitum) y zás! ádios!!
De hecho salí de ahí solo porque Nef me sacó casi a empujones: Déjalo ya, no voltees para atrás, va a estar bien pero tenemos que irnos para que se acostumbre.

Hábrase visto tal padre sin entrañas!

Pero debo decir en honor a la verdad que todo salió de maravilla, Brandon llegó súper contento de su primer clase, dijo que la primaria es supremamente mejor que el kinder, no sé si haya influído el que les hayan llevado payasos, cuyos chistes para niños de primaria, tipo: te gusta superman??? los calzones se te van, te gusta la mujer maravilla? los calzones te brillan, he tenido que chutarmelos varias veces al día, ya que Brandon con su peculiar sentido del humor los encontró chistosísimos y no deja de increpar a conocidos y desconocidos con dichos chistes y otras variantes igualmente ñoñescas.

Y eso me hizo recordar mi primer día de clases en Primaria. Fué en Juárez y no podía estar más contenta ya que iba a ir a la misma escuela a la que iba Yuri, nos íbamos a ir juntos todos los días, no, no podía yo ser más feliz, por fin iba a conocer ese lugar del que Yuri me platicaba tanto, donde le enseñaban todo lo que sabía, que para mi corta edad se me hacía un cúmulo de conocimientos, (suspiro). Pues bien, el día áquel llegamos temprano, Yuri fué a dejarme personalmente a mi salón, se encargó de sentarme donde pudo, una que otra recomendación del tipo Tío-Mayor-que-tú-3-Años-Preocupado ( mi salón es 3° A, en cuanto den el timbre de recreo vengo por tí, no platiques tanto, y pones atención pa que aprendas a leer pronto porque ya te toca leer los cuentos) y ese día fué cuando una maestra-bien-intencionada-pero-con-resultados-desastrosos torció para siempre mi sentido de ubicación: nos paró a todos, nos hizo repetir hasta el cansancio cual era el brazo izquierdo y cual el derecho, hasta que llegó el momento en que de tanto repetir me reborujé y hasta la fecha no puedo decir cual es la derecha y cual la izquierda sin antes hacer rápidamente como que escribo, juro que antes de esa clase yo tenía los derechos e izquierdos perfectamente dominados. Lo demás no lo recuerdo, lo triste del caso es que no tenía ni una semana de completa felicidad y Yuri y yo con miles de planes para un futuro inmediato, cuando mi mamá fue por mí para llevarme de una vez y para siempre con ella, y me separó de Yuri, Yaya, Abuela, de mi casa, mi familia, de donde yo era feliz, y me llevó a una nueva vida a la cual tardé en adaptarme. Y no, no recuerdo el primer día de escuela en mi nueva primaria.

Suspiro.