Wednesday, May 28, 2008

El tomate que cambió nuestras vidas

Un día llegó a casa de mi mamá. Así. Misteriosamente. Al principio nadie pareció verlo ni notarlo, ni mucho menos en el Principio  alguien pudo vislumbrar que su pequeño cuerpo regordete escondía la eficiencia y eficacia de un alto ejecutivo de Wall Street o de una corporación de Donald Trump. Años después de su arribo a la casa, todos  nos devanábamos los sesos  tratando de recordar cuando había sido el día decisivo en el que ocupó el lugar predominante que de pronto ostentó. Mi mamá, entre balbuceos, recuerda que un día decidió lavarlo a conciencia pero solo porque ella lava a conciencia todo lo que ve a su paso, en realidad no cree que lo haya hecho esperando que ese gordito colorado fuera a hacer ninguna diferencia. Mi papá, con un brillo en los ojos que solo la remembranza produce, recuerda que un buen día lo notó pero solo como cuando uno nota que hay luna llena o que está lloviendo, nunca como el gran hallazgo del siglo. Mi hermana, pobre, atribulada por el remordimiento,  recuerda como al principio se avergonzaba de él, tanto que pedía a gritos cuando alguna visita de peso llegaba a la casa, que escondieran a nuestro amiguito en lo más recóndito de la casa, que no saliera, que no asomara la nariz ni por equivocación, pero mi madre dando muestra de un corazón de oro que en otras ocasiones de mayor requerimiento no muestra, se negaba y el panzón presidía las comidas, las cenas, los desayunos, las meriendas con ese donaire que poco a poco empezamos a notar , luego a querer, y finalmente a mostrar a los demás con el orgullo enloquecido que solo los méritos ajenos  nos hacen dejar de lado el autocontrol.
Luego no se conformó con engalanar la casa, llegó el momento en que se hizo compañero inseparable de mis padres, iba con ellos cuando el asunto lo ameritaba. Con el paso del tiempo no  era raro verlos a los tres tan felices, a veces  cuando yo llegaba  a su casa,  sentía que rompía con el equilibrio que ellos tres mostraban sin recato, el rechoncho feliz pasando un momento con mi mamá, otro con mi papá, ahí va y ahí viene, y los demás sintiéndonos menos que intrusos en ese triángulo de amor constante y fluído. En honor a la verdad debo decir que no era culpa de él, sí alguien intentaba unir a la familia era ese extraño rechonchito colorado con sombrero verde, por poquito y se le veía gorgojear de felicidad cuando estábamos todos reunidos y nunca NUNCA escatimó compartir su contenido con nadie.

Pero, oh tragedia griega que desde Esopo * estás presente en la humanidad, un mal día se perdió. Una excursión a Julimes, unas costillitas, unas cervezas, mi mamá, mi papá y el gordito cachetón: todos los elementos necesarios para realizar  una verdadera comedia con final feliz que sin embargo se trocó en una horrible tragedia. De regreso a casa estaba todo el kit completo incluídos papás, pero el botijón no.

(música de violines)

De nada valió que aquellos dos regresasen de inmediato al lugar de los hechos aunque el trayecto es de casi dos horas, que buscaran cuidadosamente, que incluso esperaran un rato ahí por si decidía regresar o por si algún alma caritativa lo regresaba. Nada.

El salero en forma de tomate que tanto había dado por nosotros, que un día llegó misteriosamente a la casa de mi mamá, áquel con el que habíamos compartido tantos momentos dificiles, divertidos, tristes, en familia, simplemente había desaparecido. Tal vez era el Fin que merecía esta historia. No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que la casa de mi mamá ya nunca fue la misma.

Y mañana deberé contar, por que es mi deber, lo menos que puedo hacer ya que soy la voz en off de esta tragicomedia, como es que un sustituto vino a tratar de llenar su lugar, (sorbida de mocos fuera de lugar)

* Eso de Esopo y las tragedias griegas, sé que es un error terrible, o al menos mi corazón analfabeta así me lo dicta, pero diablos, en estos relatos lacrimosos se vale usar toda clase de artilugios...digo yo.

Wednesday, May 07, 2008

Trabajos Segunda Parte (sin llorar)

Continuando con este lamentable conteo de los trabajos en los que he sufrido, digo, desempeñado alguna función, he aquí los nuevos sinsabores que tuve pasar para llegar a donde estoy: desempleada. Jaja, juar juar, jiji, jojojo, las vueltas que da la vida.


Sexto trabajo. Capturista de Datos. Maquiloca que ya no me acuerdo como se llamaba, pero que estaba ubicada en pleno centro de Juárez y pa acabarla de amolar me tocó en segundo turno porque el turno para estudiantes empezaba el siguiente mes, tons me dijeron que comenzara por lo pronto en segundo turno y ya era más fácil que me cambiaran luego al otro en cuantito se abriera. Ps acepté. En ese tiempo no tenía carro y vivía en la Anahuac a unas 12 cuadras en zig zag de la maquila y por este motivo ninguna ruta podía llevarme ni traerme, ni de la maquila ni del transporte urbano, por lo que tenía que salir de mi casa un poco antes de las 2.00 p.m. y caminando llegar a mi nuevo trabajo, y en la noche salía como a las 11.00 e igual, tenía que regresarme caminando, YO SOLA por la Anahuac!!, dios mío!! yo no sé como acepté, supongo que por necesidad y porque no pagaban tan mal, además iba a ser solo un mes....(suspiro), afortunadamente me hice amiga de una chava que vivía unas tres cuadras después de mi casa, yo pasaba por ella y nos íbamos juntas pero el problema era de regreso, ella se quedaba muy feliz en su casa y yo todavía tenía que correr como loca desquiciada tres cuadras más, en total oscuridad. Gracias a Diosito que nunca me pasó nada grave, ni siquiera una persecución pero el miedo que pasaba era para casi enfermarme de nervios. El trabajo en sí era mortalmente aburrido y odioso, se trataba de descifrar la pinchi letrita temblorosa de viejitos gringos cuando llenaban sus cupones de descuento, de verdad estaba en CHINO, o en gringo tembloroso, era generalmente letra pegada y temblorosa, y además obviamente en inglés, así que estaba complicado, aunado a esto había dizque supervisores que ya tenían más colmillo en esto de la traducida solo porque ya tenían, digamos unos 10 años trabajando ahí!!!! y ellos eran el control de calidad pa verificar sí habías "traducido" correctamente. Es decir, que nos daban pa'tras con la mayor parte de los cuponcitos. Lo escalofriante de este trabajo es que al siguiente día que entré, comencé a notar un hediondo olor que parecía salir directamente de las posaderas de mi vecino de al lado, porque cada vez que se levantaba, dios!! me llegaban oleadas de olor nauseabundo, guac,  era un olor taaaan fuerte y tan horrible que todas las noches yo llegaba a bañarme por muy noche que fuera ya que sentía que se me impregnaba ese maldito hedor. Pero llegó un día en que ese olor también lo percibí en mi compañera de al lado, ay cabrón, se me hizo bien raro, se veía muy limpita y acicalada, también era estudiante e íbamos  a quedar juntas en el turno de estudiantes.  Traté de pensar que no era cierto, pero NO, el olor era igualmente desagradable, entonces hice un ESCALOFRIANTE DESCUBRIMIENTO: todas las sillas olían así, la mía también!!!!!! Inicié una investigación que culminó 10 minutos después con la explicación sucia y rotunda: esas sillas siempre estaban ocupadas por seres humanos, 24 horas continuas por 365 días al año, les explico, cuando salía el primer turno ya estaba el segundo turno entrando, cuando segundo turno salía ya estaba el tercer turno entrando, los sábados y domingos también se tenían los turnos completos, entonces ese nauseabundo hedor era consecuencia de estar posadas las asentaderas sudorosas de sabe dios cuantos seres humanos!! no lo pude soportar!!! como ese descubrimiento fue hecho a mitad de la semana tuve que seguir llendo dos o tres días más y aunque me llevé un cojín para no tener que sentarme directamente en esas sillas húmedas y malolientes el respaldo era una tortura, y llegando a mi casa me quedaba un buen rato en remojo, finalmente renuncié y esa pesadilla olorosa se terminó. No fue el miedo de andar sola por esas calles oscuras lo que me alejó de ese trabajo, fue el espantoso olor, jajaja. No se rían, fue horrible.


Edecan. No me acuerdo muy bien como empecé con este trabajo, pero entré a trabajar en la Academia Christine, de la cual era dueña una tal Cristina que a su vez era una exitosa abogada pero nos contó que ganaba mucha más lana con esto de las edecanes que con su trabajo arquitectil, eh?? que tal?? este trabajo se ajustaba muy bien a mi horario de estudiambre y ganaba muy buena lana, nunca trabajaba más de 3 horas por evento, la paga como dije estaba muy $$buena, y aunque en este tiempo me dediqué en cuerpo y alma a este trabajo luego lo dejé pero no totalmente, siempre seguí alternando cada vez que podía entre mis otros trabajos y este. De este trabajo tengo varias anécdotas que contar pero ya serán relatadas en otros posts porque son demasiadas. Solo debo decir que gracias a esta chamba pude a ir a varios viajes escolares. Quiero ser edecán otra vez!! aunque sea de la tercera edad, jijiji.

Mueblería. Puaj, este fue uno de mis peores trabajos. Solo trabajé un mes ahí pero me dieron una liquidación sustanciosa junto con mis comisiones y con ese dinero me fui a El Paso, me compré hartas cosas y hasta me alcanzó para picharle a mi entonces novio. Lo que hizo deleznable este trabajo era una compañera que tenía unas ideas medio retrógadas y una hija preadolescente  a la que torturaba horriblemente delante de todos, incluyendo clientes, y que aparte actuaba como las intrigosas de las novelas de telerisa. Por eso huí cobardemente y sin chillar.

Agencia Aduanal. Este trabajo estaba padre en cuanto a horario y paga. Solo trabajaba de lunes a viernes de 4 a 8 y me pagaban muy bien, así que no descuidaba la escuela (cajum cajum) para nada. Peeeeeroooo (me estoy dando cuenta que todos los trabajos tienen peeeroos, adios sueños de encontrar uno bueno, plop) el ambiente era muy pesado. Los dueños eran hermanos, pero los meros meros tamaleros eran dos gemelos clásicos: uno extrovertido y el otro introvertido. El introvertido (que no homosexual, eh??) era mi jefe directo y era el que en realidad tenía todo el conocimiento, el otro peladito era tan desagradable que se creía lo más bello e importante del planeta. Pues bien, estos dos señores siempre estaban de pleito, bueno, el gemelo malvado nunca perdía oportunidad de burlarse de su hermano delante de todos, clientes o empleados, y mi jefe aguantaba estoicamente, pero una vez, cuando solo estabamos nosotros tres que les da por darse un agarrón de aquellos, terminaron en el suelo dandose unos golpanazos qye pa que les cuento, y yo nada más viendolos. En fin, tuve que dejar este trabajo porque tenía que hacer algún proyecto de la escuela y aunque me pudo por lo de lana no lo resentí tanto porque no era nada agradable estar presenciando esas peleas y algunas cosillas más.

Gym. Recepcionista. Este trabajo también estaba padre, porque era en las tardes y creo que los sábados en las mañanas. Me pagaban bien, solo era un poco aburrido porque mientras no hubiera clientas que atender ps me la pasaba encerrada en el cubículo ese, y no había computadora pa matar el tiempo, pero ese trabajo solo fue temporal, yo en realidad era cliente del gimnasio pero la recepcionista original se fué un mes a Alemania y me ofrecieron cubrirla, así que me duró poco el gusto.

Niñera. Volví a mis inicios cuidando a una sobrina de un tío político. Este trabajo también era fácil, la nena en cuestión tenía  como 5 meses de edad, solo era en las tardes, ganaba bien. Aunque era una nena súper chillona no me cansaba y me la pasaba bien cuidandola, pero tuve que abandonar el trabajo por aquello de la )_()*(^%$##@ escuela. Voy cayendo en la cuenta que esa escuela en realidad resultó un obstáculo para mi carrera profesional, jajaja.

Y de aquí en delante empiezan mis trabajos serios, porque cuando dejé mi trabajo de niñera ya era tiempo de vals un dos tres un dos tres, digo, tiempo de graduarme y entonces me  gradué, regresé pa mi rancho, me embaracé, luego me casé (sí, burloncitos, en ese orden y qué y qué) y ps esa, esa ya es otra historia.







Monday, May 05, 2008

Limosnera y con garrote

Pos ahora ya ando más movilizada en eso de encontrar trabajo. Pero el problema es que no quiero cualquier trabajo, no no no. Tengo muy claro lo que quiero y mucho más claro lo que NO quiero. Y en este pueblo olvidado de dios la verdad es que está muy difícil encontrar algo como lo que YO quiero. Pero porqué otros y otras sí lo han de tener y yo no? antes fui una esclava de tiempo completo, incluyendo las sagradas horas para dormir y noches de domingo, ahora no quiero eso ni de chiste. Quiero un trabajo que me guste mucho mucho mucho, en el que me paguen bien y en el que tenga un horario que me permita tener una vida fuera del trabajo. Así de sencishito, es mucho pedir????????????

Pus tal vez, pero hasta no tenerlo no parar, no quiero tener que arrepentirme como hasta ahora no he hecho, de haber dejado mi anterior trabajo en el cual económicamente no me iba mal (aunque debería haberme ido mejor, dado todo lo que le daba de extra y de punch y de vísceras y de tiempo, en fin) en el que tenía el respeto de mis compañeros de trabajo y en el que hasta cierto punto me gustaba lo que hacía. Digo hasta cierto punto porque las cosas llegaron a enviciarse a tal grado que lo que me gustaba no alcanzaba a cubrir la ansiedad y la angustia que otras "cositas" generaban.

Así que creo con justa razón que ya pagué mi cuota de sufrimiento laboral, y ya tengo derecho a gozar de lo que muchos han gozado.

Y eso me recuerda que dejé un post incompleto de los trabajos ingratos que he tenido a lo largo de mi vida, ps ok, me lo voy a echar...pero en otro post...it. Jiji... y mañana porque en este momento tengo tanto tanto sueño que hasta me siento mal, tendré que ir a guevonear, digo, a recostarme un rato,


baysito.