Ayer fuí al Mercado Benito Juárez, el cual es el centro del Universo de Delicias pues es el círculo del cual se desprende toda la ciudad.
Visitar este mercado es de lo más agradable y peculiar, hay miles de chacharitas que ver y fruta deliciosa exhibiendose en grandes canastas de mimbres y cositas chiquitas de cerámica y de barro y juguetes mexicanos mal hechos pero graciosos y muchas piñatas de todos tamaños, colores y formas, y también sí eres mujer te reciben con miles de piropos encantadores como: Dónde entregan los diplomas? para darle el de la más bella de todas, (esto me lo dijo un viejito de aprox 80 años, ayyy!!) , pero donde me gusta entrar es en las sombrererías (sic), porque huele a cuero y hay cintos, hebillas, sogas, botas, monturas, todo signo de masculinidad....Yo entré para comprar el sombrero de pastorcillo que Brandon necesitaba para su pastorela del kínder, y en eso que me atendían a mí (por cierto con una amabilidad impresionante de esa que es natural, no impuesta como la de Wal*Mart o etcs) atendían a otro señor que quería comprar una tejana, pidió una talla 55 y cuando se la entregaron, mientras se veía en el espejo, dijo:
-Jijo de su repinchi madre!
Lo volteamos a ver de inmediato, pensamos que había entrado un asaltante, que no se había reflejado en el espejo o qué se yo, cuando la dependienta le pregunta asustada que qué pasa, el sr contesta:
-De aquí era esta tejana, me queda que ni pintadita!!
Pagó el importe de $359.00 y se fué feliz con su tejana puesta.
Yo pagué el importe de $25.00 y salí feliz con el sombrerito de pastor con el cual el día de hoy Brandon hizo las delicias de mamá y papá.
Así de barata es la vida en el Mercado Juárez. Así de felices nos puede hacer tan solo con ir de visita un domingo por la mañana.
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5 comments:
De hecho la felicidad es muy barata... ya lo has podido comprobar... la pregunta es: porqué a veces nomás no nos alcanza?
Ja ja, me gusta seguir leyendo de tí. Un abrazo!
Luna:
Brandon es mi hijo de 5 años y medio de edad y el día de ayer cantó un villacinco en su Kínder: Los Pastores a Belén corren presurosos, etc!
Y lo hizo tan pero tan bien que tanto su progenitor como yo, su santa madre (ja!)soltamos las de apipizca de tanto orgullo!
Gracias por vuestra visita!!
Julio César: Dónde andabas? ya te extrañaba reteharto!!
Y sí, la felicidad tan al alcance y tan barata, y sin embargo a veces le sacamos la vuelta tan feamente!!
Yo sigo tras tu blog, ha sido una tablita en medio del mar para mí!
saludos!
Ya le pusieron velas al mercado?
Así de fácil es encontrar muchas cosas buenas, pero el capitalismo nos aparta cada vez más de ellos, la gente cada vez es menos cálida, y cada vez hay menos lugares como ese, por el supuesto "progreso".
Que viva la mexicanidad y su inseparable amabilidad.
Otro comentario tardio. Me recordaste una epoca en la que iba con mis padres al Mercado Cuauhtemoc (en Cd. Juarez), y tambien disfrutaba yo del folklore, y siempre queria que me compraran unos pollitos de verdad (no rostizados). Un dia me compraron dos, el cuento es que no me los pude quedar en mi casa y terminaron en casa de la abuela; y despues terminaron en caldo y en pipian ... el cual en protesta no probe bocado y trate de boicotear con mis primos, en fin.
Gracias por tu narracion.
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