Tuesday, April 25, 2006

Amáme cuando menos lo merezco..

porque es cuando más lo necesito.

Así reza una frase que leí hace poco, sabra Dios onde, eso es lo de menos. El caso es que no puedo dejar de darle vueltas al asunto. Pero no es esto de lo que quiero narrar hoy, lo que me llamó la atención de mi misma precisamente en este momento es mi gran incapacidad de olvidar un agravio en especial. Recuerdo que en la secu, al leer uno de los infaltables "chismógrafos" que circulaban por toda la escuela, leí una frase que respondía a una de las tontitas preguntas y esta frase era: sé perdonar, pero no olvidar. Leí el nombre de quién la escribió y corrí a refutarle su frase. El autor de dicha frase era Irma, una niña de bonita cara, que no podía hilvanar una sola frase coherente, que estaba enamorada de un tipo mayor que ella, regordete y de ojos verdes, que solía ponerle el cuerno con cuanta puberta se dejara. Resulta que la frase ella la había escuchado decir a una artistucha de Televisa en una entrevista y le había parecido interesante, solo que nunca, al parecer, había reflexionado sobre ella. Al menos, eso creía yo a mi tierna edad de 13 años. A esa edad de ingenuidades, yo pensaba que si perdonabas, forzosamente tenías que olvidar, si no, qué clase de perdón era ese???Yo no lo podía concebir. Perdonar era para mí precisamente borrón y cuenta nueva. Pero yo tenía 13 años y aunque había pasado por las de Caín, todavía tenía cierta ingenuidad e inocencia como para pensar que las cosas son de una forma o de otra, nunca entre azul y buenas noches como suelen ser en realidad. Poseía pues, una visión maniqueísta :P
Y cuando escribí que yo creía que la buenaza de Irma no había reflexionado sobre la frase, me refiero a que ahora, más de 15 años después, una nueva luz viene a iluminar ese pasado en oscuras. Ahora creo que la pobre, perdonaba (lo que en este caso se refiere a soportar) cada infidelidad de su regordete y cruel novio, pero en su fuero interno sabía que nunca lo olvidaría y que algun día iba a cobrarse todas las que le hicieron. Ignoro sí así fué o no, pero creo que no estaba tan errada en su apreciación.
El hecho es que yo estoy en una encrucijada: perdonar? olvidar? Creo que me estoy convenciendo de que no puedo olvidar, que va contra mi natura. De hecho, creo que no tengo mucho que perdonar, yo misma también fuí cruel, mentí, engañé y me "perdonaron", así que el que a hierro mata, a hierro muere. Por lo tanto, no tengo que perdonar, es quizás solo cuestión de pagar una vieja deuda. Pero olvidar no puedo, no puedo, chingado!! ES QUE NO PUEDO. O será que NO quiero?. Seré tan lascivamente masoquista como para querer sufrir todo el día, recordando este detalle, agregando áquel otro, recreando áquella escena, y lo más vil y sucio de todo: imaginando escenas, detalles, miradas, platicas, confesiones, pensamientos apasionados, etc, y digo que es lo peor porque mi imaginación es muy fecunda cuando se trata de autotorturarme. Y entonces, qué sigue? a dónde quiero llegar? a ser la más amargada de todas, a seguir fingiendo que sonrío de gusto y no de sarcasmo? a seguir fingiendo que la vida me agrada y no que se me hace sumamente aburrida y sin chiste? qué frase podrá salvarme? qué doctrina? qué religión? qué monigote? ya sé, ya sé, la respuesta está dentro de mi misma, pero entre tanto mal recuerdo que tengo dando vueltas en mi mente, no escucho la dulce voz interior que de seguro tengo, y si la escuchara tal vez ni la reconocería y pasaría de largo, para lacerarme con una de las frases que leí en su cuaderno, o con una de las descripciones que me hizo de la persona amada, ó....etc ad infinitum

La cuestión aquí es: se puede perdonar, pero definitivamente NO se puede olvidar,
o perdonar sin olvidar no es perdonar, solo hacerse maje.

Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr! Me empiezo a odiar con un odio frío, que insoportable que soy.

Por eso es que lastimeramente viene a mi mente la frase:
Amame cuando menos lo merezco, porque es cuando más lo necesito, pero como ya dije, de eso no es de lo que quiero hablar hoy.

Thursday, April 13, 2006

Esto es el colm"eño"!


Resulta que por estos lares olvidados de la Mano de Dios, existen muchos pequeños y también olvidados de la Mano de Dios, poblados.

Lo llamativo del caso no es que estén olvidados de Dios (aquí inserte usted la deidad a la que rinda culto, no quiero entrar en polémicas, incluso si ud es politeísta, no tenga empacho en incluir varios dioses en la oración), porque poblados olvidados de Dios hay en todo el mundo, ni tampoco lo llamativo del caso es que sean pequeños, ni que, obviamente, sean feos, porque de estos hay millares diseminados por todo el mundo.

No, lo raro, lo estrafalario, extraordinario, increíblemente difícil de entender es que tengan nombres tan especialmente F-E-O-S y faltos en un 100% de buen gusto. A saber:

El Gomeño
Ortegueño
El Floreño
Orranteño
Pueblereño
San Lareño
Morieleño
Corraleño

y etcs por el estilo

La explicación a esta singular situación que los lugareños (sí, se pegan los eños) proporcionan alegremente (ay, con la inocencia del ignorante) es que la primer familia que se aposentaba en esa área geográfica bautizaba al terruño con su apellido, al que se le agregaba la terminación "eño" para darle un poco de peso oficial al asunto. Bueno, esto del peso oficial me lo acabo de inventar.

Ej: El Gomeño. Aquí llegó a fundar este poblado un tal señor de apellido Gómez. Ok. Luego de un tiempo, a ese lugar empezaron a llegar para formar su lindo hogar, dos o tres familias más, siendo entonces ya una "sociedad constituida", y zás! es entonces cuando se comete el exabrupto de bautizar el lugar como El Gomeño, en honor al fundador del ejido.

Quién fué el graciosito al que se le ocurrió tamaña aberración???

Y luego, quienes fueron los que siguieron con tan espantosa tendencia?

No hay temor de Dios, definitivamente que ya no lo hay.

Dios los perdone.