Monday, July 23, 2007

Mal inicio de semana -_-

Llegué con muchos ánimos a trabajar, tratando de encontrar lo positivo a lo negativo, buscando nuevas razones para sonreír, pa querer estar donde estoy, pa querer continuar en la raya, y zás! me enfrento con una llamada familiar que me puso a llorar a moco tendido, porqué siempre hay malentendidos familiares? porqué se complican tanto la vida y se la complican a los demás? mi actitud ante estas situaciones siempre es de tratar de arreglarlo hablando las cosas, solucionarlo, y pa´lante (pa´tlas ni pa agalal impulso, dijera hasta el cansancio la filósofa de quinta Cretina) y ahora me echaron en cara que mi actitud de no pelear es solo porque agarro "mi concha" y prefiero eso que pelear. Les digo una cosa? prefiero no pelear que hacer daño. Hay ciertas personas a las que no puedo ni verles los defectos visibles que tienen solo por el inmenso cariño que les tengo y menos voy a decirselos, pues no, no señor. Está peor eso que gritarse, deschongarse y rayarse el disco (jajaja, siempre quise decir así). Ps con la pena, prefiero mi actitud sumisa que andar haciendo daño a los demás. Aunque me lo hagan a mí, y mucho. Prefiero vivir con la conciencia lo más tranquila posible que ser una hiena feroz que todos temen pero que a la larga por mucho temor que le tengan le han faltado tanto al respeto que no valió la pena tanto grito desaforado. Lo que veo es que al final no vale la pena tanto desgaste. Por lo pronto el lunes que empezó tan bien ya se hechó a perder y las lágrimitas siguen corriendo sin cesar. Porqué seré tan sensible? me choca estar así. En fin, trataré de enfocarme nuevamente en la onda positivista y tratar de que esto no se salga más de cauce.

Por favore, cuando tengan un problema, no inicien la conversación gritando, ni insultando, solo límitense a preguntar que sucedió y porqué, creánme que así se van a ahorrar mil peleas innecesarias.

snif.

Thursday, July 12, 2007

El trámite de mi visa láser pa pasar al chuco resultó un éxito. Me la entregan el 09 de agosto a la 1.00 p.m. Ni un solo papel me pidieron, confiaron en mi palabra y zás! que me la dan, la visa, claro.
Ahora está en veremos mi viaje al Lejano Oriente. Ya me toy echando pa trás. Se oyen rumores de que podría ser un mes de estancia por áquellos lejanísimos lares. Mello!

En mi azaroso viaje de un poco más de 24 hrs pasé por Villu. Suspiro. Reencontrarme con ese lugar todavía es algo que me afecta en una de las capas más profundas de mi sique (dios, ora de cual fumé??), es una ola nostálgica que no puedo detener. Tengo 7 años aproximadamente que solo paso por la carretera sin detenerme. Veo pasar rostros desconocidos pero siguen existiendo lugares que visite tantas veces: "El Descuento", "La Rosy", "La Villa", "el Oscar´s", la paletería que era de un tío de mi amiga Socorrito, sigue todo pasmosamente en su mismo lugar, pocos cambios y sin embargo es tan diferente...y siento que jamás volveré a encajar en ese lugar, que soy una verdadera extraña para sus pobladores, que tal vez ya no quede nadie ahí que me recuerde, yo los recuerdo de una manera extraña. Como parada en el tiempo me veo a mí misma cruzando esa carretera a los 7 años para ir a la iglesia a mis clases de catecismo, me veo cruzando esa plaza que está a un lado de la carretera áquella navidad que fuí a casa de Socorrito a entregarle su regalo, iba estrenando una falda morada de lana que mi mamá me había hecho, y él estaba en el local de las máquinitas, no lo ví hasta que sentí una mirada insistente. Me veo ponerme nerviosa y rodear las bancas, tratando de desaparecer lo más pronto posible, de cruzar cuanto antes la plaza. Su mirada azul me siguió hasta que desaparecí finalmente, y ya no encontré sosiego en toda la tarde. Me veo a mí y a Alma brincando el lazo al lado de la vía del tren. La recorríamos durante un buen trecho, hasta la salida de Villu y de regreso, felices, con el viento en la cara, los moyotes alrededor, sudando a chorros, riendonos por la simple felicidad de ser libres, cantando a todo pulmón la canción de Flans de moda en ese momento, todavía hay veces que sueño esos momentos, y por esos breves instantes vuelvo a ese pequeño lugar, no exactamente a Villa Ahumada, sino a mi corazón libre. Me veo caminando por esas calles platicando con Socorrito, con Cristina, con Alma, escondiendome de algún niño y buscando a otro. Me veo a mí misma preparandome para ir al Rodeo, a la feria, a la plaza. Son momentos tan lejanos y sin embargo siento que si cierro bien fuerte los ojos puedo volver por un instante a revivir esos momentos. Me veo en la frutería que está detrás de la estación del tren, era propiedad de la mamá de Socorrito, ahí jugabamos a ser dueñas de la tienda, y por cada dos clientes que atendíamos nos permitían comer la fruta que quisieramos, juntabamos manzanas, limones y "chilimón" y nos dabamos tremendo atracón de manzana enchilada con limón, hasta que los dientes nos dolían por el ácido y la sal. Veo a Verónica la hermana mayor de Socorrito a quien adorabamos, era la más bonita de todas, la seguíamos constantemente, queriendo parecernos a ella en todo, si ella usaba malla negras todas usabamos mallas negras, sí ella se hacía el copete para un lado nosotras también aunque claramente no nos favoreciera en nada, creo recordar que se reía un poco de nosotras pero nos daba consejos de como vestirnos y como coquetear de la manera más efectiva, nunca aprendimos pero ella no se desesperaba. Recuerdo tantas cosas mientras el camión se desliza tan rápidamente que no alcanzo a ver mucho y sin embargo con la mente puedo recrear tantas cosas que comienzo a marearme. Pronto dejamos atrás a Villa Ahumada físicamente pero tardo un buen rato en dejarla mentalmente.

Es un raro proceso pero me gusta pasarlo, aunque tal vez nunca vuelva a estar en medio de esas calles, nunca vuelva a ver mi secundaria, nunca vuelva a ver a esas grandes amigas que tal vez ya no vivan ahí. Y sé perfectamente que lo que siento por esa rara población no lo sentiré por ninguna otra porque ahí dejé inevitablemente una parte de mí porque ahí están recuerdos de Yuri, ahí lo veo paseando en su bicicleta, riendose a carcajadas, ahí está una parte de él, una parte irrecuperable, su esencia, su risa, sus lágrimas a escondidas, ahí debe estar en áquella casa donde cantábamos a gritos Allá en el Rancho Grande...ahí debe estar en áquel estanque donde buscábamos sapotoros y jugábamos a ser buzos, ahí debe estar en su salón esperando a que vaya a saludarlo, ó en la plaza leyendo un libro de Asimov con su bicicleta tirada en un lado.

Todo eso está en un rancho que a muchas personas les parece horrible, y lo es. Pero cuando se guardan tantos recuerdos personales se convierte en otra cosa, en algo inolvidable, en algo demasiado personal y sin significado para los demás.

Suerte

Cuando esto sucedió ninguno de los dos se dió cuenta del verdadero peligro. Pero cuando empezaron a notar ciertos cambios imperceptibles a ojos de los demás, empezaron a conectar una cosa con otra hasta llegar a la verdadera causa.

El espejo se rompió en mil pedazos. Limpiar aquellas pequeñas astillas de vidrio y los grandes pedazos desperdigados por toda la récamara fue el primer indicio: quien se cortó fue él a pesar de ser igual de cuidadoso que siempre, ella tomó varios pedazos en sus manos, desprendió un pequeño pedazo de vidrio que se había estampado en el buró y a pesar de ser tan descuidada como siempre salió ilesa.

El espejo era de ella, se lo habían regalado en un intercambio y aunque no era muy bonito era funcional y lo llevaban al baño, a la recámara, a la cocina, a donde fuera necesario su uso.Para ambos fue un verdadero disgusto la pérdida pero como últimamente no platicaban para lo que no fuera estrictamente necesario, prefirieron callar los reproches.

Lo siguiente fue una llamada que él recibió y sus ojos se llenaron de lágrimas.

Me han elegido- le dijo. Ella solo asintió y a pesar de sentir un repentino dolor en la palma derecha donde tenía los vidrios continuó limpiando, con la mirada fija en el vacío.

La suerte había cambiado. La suerte estaba echada.